jueves, 4 de marzo de 2010

Un golpe no es caida?

Anoche, eso de las 23 Maricel estaba con sueño y lloriqueaba a la vuelta de la madre mientras ella cocinaba papas fritas. Así que para que no moleste y entretenerla un poco mientras la cena se preparaba, la saqué a upa para afuera, hacia la calle, y enseguida le mostré la luna casi llena que el cielo limpio brillaba. Maricel yá la conoce y en un instante ella también la señalaba con cara de sorpresa que ponen los bebés cuando algo les llama la atención.
Pero en mis brazos duró un instante, por que enseguida quiso caminar y practicamente se arrojó de mis brazos.
Así que durante varios minutos caminamos por la calle haciendo pequeños paseos hacia uno y otro lado, escuchando un perro por alla, mirando un luminaira que parpadeaba en la otra cuadra. Yo siempre detras pocos centímetros de ella. Las calles estaban vacías pero siempre algún auto puede acercarse. Pateamos piedras y eso le encanta a Maricel.
De pronto Lilian se asomó por la puerta de la casa para ver qué hacíamos. Así que comprendí que la cena estaríalista seguramente y le dije a Maricel que ibamos a cenar.
Cuando llegó al cordón cuneta enfrente de la puerta de la casa, Maricel levantó un piecito y de casi de un salto se subió. Esto fue todo un acontecimiento porque ella siempre se agachaba y se ayudaba con las manos, pero ahora había crecido y no necesitaba ayudarse. Este hecho la puso contenta y riéndose probó de bajarse, hizo el ademán de agacharse, arrodillarse y bajarse marcha atras com hacía siempre, pero comprendió que podía bajar parada directamente... así lo hizo y coronó el saltito con otro grito de alegría. Me miró riendose y se dio vuelta para subir de nuevo... Muy bien! le dije yo. Y así estuvo subiendo y bajando varias veces.
De pronto cuando iba a bajar de nuevo,. hizo el ademán de agacharse para saltar, pero el peso de la cabecita le ganó y cayó de frente al cordón cuneta, pude sentir el golpe seco de su cabecita en el cemento, y no solo eso, sino que vi en cámara lenta que su cuerpo se le venía encima y giraba sobre su cabeza (vuelta carnero). Enseguida me avalancé y la levanté cuando ella pegaba el primer grito de dolor!
La llevé a lavarle la cabeza, la madre gritó Qué paso?!, le expliqué entre los llantos de Maricel. Despues de mojarle la cabecita, se la dí a la madre y un poco se calmó. Lilian la revisó y sobre la frente, entre sus primeros ricitos de oro una herida de mas o menos un centímetro de largo sangraba profusamente. Se la limpiamos y desinfectamos. Lilian llamó al médico, este le dio unas indicaciones y de a poco Maricel se calmó. Al final le quedó el corte y las marcas de algunas piedritas en la frente.
Pero si a Maricel le dolió el golpe, para uno que tal vez fue el causante el dolor fue infinito.
Cómo en un segundo una situación que era divertida puede convertirse en una tragedia, y lo peor, es que no hay vuelta atrás. De la risa al llanto...
Maricel está bien y seguramente tendrá otros tantos golpes y más graves, como cuando se cayó con silla y todo en un restaurante. Pero cada golpe de ella uno lo siente en el alma.

1 comentario:

CLAUDIA dijo...

Hola Marcelo,soy la mamá de Alan Pirolla,me encanta el amor que tenes por tú hermosa hija,ese mismo amor siempre lo tuve yo y lo tengo por mis hijos,y ahora por mis tres hermosas nietas,es como decís vos uno los cuida todo el tiempo,pero en un segundo tu vida puede cambiar y no ser nunca más la misma vida.Dale vos y tú esposa todo el amor posible,nuestros hijos son el tesoro más valioso que todo ser humano puede atesorar.Les mandó un abrazo enorme a los tres.Claudia.